Resumen:
La Antártica, el Continente Blanco y quizás la última reserva prístina de nuestro planeta, es uno de los ecosistemas más frágiles y de mayor influencia a nivel global en cuanto al equilibrio ambiental del planeta se refiere. Es por esta razón, la constante preocupación en el establecimiento de límites a las actividades humanas y protección especial basados en acuerdos internacionales.
Día a día la humanidad es testigo que existe una reciprocidad entre la Antártica y el resto del planeta en lo que se refiere a problemas ambientales, existiendo diversos estudios científicos que refrendan esta realidad.
Este gran ecosistema, por lo que avisoran los científicos, está en grave peligro de romper su equilibrio natural. En caso ello ocurriese, traería por añadidura consecuencias altamente catastróficas para el planeta y su población. El clima sufriría grandes cambios, el nivel del agua se vería afectado por un fuerte incremento, se extinguirían especies, en fin, un verdadero desastre ambiental de proporciones difíciles de cuantificar e imaginar y que de una u otra manera afectaría la vida de las personas, la economía y la capacidad de supervivencia de gran parte de la población mundial.
Basado en los conocimientos adquiridos durante el desarrollo del Diplomado de Asuntos Antárticos, el autor pretende mostrar en forma sintetizada algunos conceptos relacionados con la protección del medio ambiente en el Continente Helado tomando como punto de partida el “Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente” o también llamado “Protocolo de Madrid”, para posteriormente, asentado en dicha base teórica, presentar y analizar algunos factores de riesgo de impacto ambiental en el Continente Antártico, así como también, referirse al papel que juega la investigación científica en la conservación del medio ambiente existente en éste, concluyendo con la presentación de ciertas apreciaciones conforme a lo expuesto.